El fin de semana pasado se jugó la final del Torneo Somos de Barrio, campeonato que viene disputándose hace varias semanas en Caracas con jugadores menores de 25 años.
La final la disputaron Centauros y Vagos, por los primeros en su cuadro titular estaban Jhordy Aponte, Luis Betancourt y Diego Sulbarán, mientras que en Vagos sus perimetrales fueron Isaac Gelves, Argenis Indriago y Richardson Acosta.
Como vemos en ambos conjuntos todos sus jugadores de la posición 1, 2 y 3 eran bases, a excepción de Sulbarán, que es un escolta pequeño, además en Centauros venían del banco Franger Pirela y Edson Tovar, por Vagos Luis Moreno y Luiyer Navarro.
Si vamos un poco atrás nos encontramos que en la Liga de Desarrollo que se disputó este año era lo mismo, los escoltas jugaban de aleros, los aleros de ala pívots y centros, los bases sumamente pequeños y jugadores altos no había.
Hacemos esta pequeña introducción porque esta “moda” de jugar con muchos jugadores bajos se está imponiendo en el país peligrosamente, en los nacionales de menores igual se ve lo mismo, pudimos ver por ejemplo a Anthony Reyes, que es un base pequeño, jugando de escolta y a Diego Sulbarán de alero, la pelota la llevaba un base aún más bajo que Reyes.
Esto está llegando también a las selecciones nacionales de menores, en el Suramericano U17 disputado hace dos años el cuadro titular incluía a Ydderick “Caricuao” González en la uno, con Reyes y Sulbarán como escolta y alero.
Igualmente, en las selecciones U15 y U16, en muchos pasajes del juego estaban en cancha los dos bases, Deiker Torres y Carlos Pérez, aun teniendo buenos escoltas como Williams Anillo o Gregory Gavidia.
No tiene de malo jugar con dos bases, en un juego cerrado, con el marcador arriba y faltando poco es usual ver dos manejadores al mismo tiempo en cancha, para tener mejor control del balón y poder romper la presión defensiva de sus adversarios, pero no es usual ver esto en otros momentos del juego, como se ha estado haciendo costumbre.
En 2011-12 a Venezuela le fue genial con un doble base, David Cubillán y Greivis Vásquez, pero este último mide 1.96, capaz de defender a cualquier jugador del perímetro, no dando ventajas en estatura como con dos bases de baja estatura, siempre acompañados en el perímetro por Óscar Torres, José Vargas o Dwigth Lewis.
Esto llegó también a la Selección Nacional durante la Americup, hasta teniendo tres bases al mismo tiempo, la mitad del equipo eran jugadores de la posición uno, incluyendo a Yefferson Guerra, Carlos Fulda y Yohanner Sifontes, que nominalmente son escoltas, pero realmente su mejor juego lo ofrecen como bases.
En la mayoría del tiempo vimos tres bases en cancha, el que debería ser el alero titular, Anyelo Cisneros no tuvo un buen primer juego ante Canadá, como casi todos los jugadores en ese partido, perdiendo la confianza de su entrenador, que lo usó apenas 7 minutos ante Puerto Rico y 11 minutos ante Panamá.
Cisneros fue mayormente utilizado como ala pívot, teniendo muchos problemas en la marca asignada, que siempre lo superaban en altura y peso. Ese cambio de posición a lo que debería ser este jugador pasó por la falta de minutos de Enrique Medina, que apenas promedió 7 minutos por juego.
El otro puesto tres del equipo fue Fernando Fuenmayor, pero al parecer tenía problemas físicos que lo limitaron durante el torneo, apenas jugando 8 minutos en su acumulado, luego de haber destacado en los juegos de preparación.
Venezuela recibió muchos puntos en la Americup, un total de 86 en promedio, durante la etapa clasificatoria se permitió apenas 70 por juego, esto producido en gran medida por la falta de altura, no solo en la pintura, sino en el perímetro.
Constantemente nuestros jugadores estuvieron en desventaja de tamaño, estando forzados a cometer faltas, esto dio por resultado que nos anotaran en promedio 18 puntos por esa vía, mientras que en dobles nos anotaron para un 58%, con muchas canastas cerca del aro, en total 38 puntos por juego en la pintura, estos números un poco maquillados por el juego ante Panamá.
Es decir que no solo se tuvo que lidiar con la falta de altura en el juego interno (Medina solo jugó 7 minutos por juego), sino que en el perímetro era igual, con una Venezuela que apostó a la defensa hombre a hombre cuando lo normal es que en desventaja de tamaño se apueste más al juego en zona.
Normalmente si no tienes jugadores altos en la pintura lo que más se ve es compensarlo con tener muchos aleros en cancha, jugadores que borden los 2 metros, que en defensa puedan cambiar de marca, que puedan jugar adentro y afuera, que puedan lanzar el triple y ser más rápidos en ataque que sus defensores más altos, pero lo que están haciendo los entrenadores venezolanos es jugar con dos o tres bases, que incrementan la diferencia de estatura con sus rivales.
Ese biotipo de jugador lo analizamos en un artículo previo, pensamos que, en vez de llevar una selección con la mitad de jugadores de estatura menor al 1.90, se debería llevar a la mayor cantidad de jugadores alrededor de los 2 metros, tenemos esos jugadores, esto reforzaría sobre todo la defensiva, con 4 o 5 jugadores que defiendan las 5 posiciones, si no tenemos talento para anotar entonces esforcémonos y enfoquémonos en defensa.
¿Cuáles jugadores? Podríamos nombrar a los convocados Ayenlo Cisneros, José Ascanio, Fernando Fuenmayor y Elián Centeno, le podríamos sumar a Michael Carrera, José Materán y Anthony Pérez, otros más jóvenes como Jhony Tovar o Fabrizzio Pugliatti, ya por ahí son 9.
También se podría dar la oportunidad a Keiver Marcano, Eliomar González, Osbel Caraballo, Jhonder Gómez, Edgard Martínez, Jesús López, entre otros. A parte de la camada más joven encabezada por Jeiminson Márquez, Kevin Gutiérrez y Julio Lara.
La selección se debe orientar hacia lo que se juega en el primer nivel del basket internacional, con selecciones con jugadores de buen tamaño en cada posición, buscar acercarse a eso, no alejarse como está pasando últimamente en todos los estratos de nuestro baloncesto.